lunes, 24 de septiembre de 2012

LA LIBRERÍA SHAKESPEARE AND COMPANY

Silvia Beach  y Joyce

Me encantan los libros y su habitad natural, las librerías; por eso cuando me encontré con Shakespeare and Company fue una inmensa emoción, como cuando te encuentras a un amigo querido en un país  extraño. Estábamos buscando un lugar bueno y barato donde comer, tarea difícil  en París,  no por lo bueno que abunda, si no por lo barato,  y nos recomendaron el Barrio Latino  y sus callejuelas llenas de sorpresa y encanto. Próxima a la Plaza de Saint Michel, a Notre Dame y frente al río Sena , está una de las librerías más emblemáticas de una vieja hornada que se empeña aún en sobrevivir, entre las cadenas de venta de libros como un objeto más,  manufacturado en un gran almacén chino.





 La actual librería, situada en la calle Bucherie, frente al Sena, fue abierta en 1951 por su propietario, un norteamericano llamado George Whitman, ( sin parentesco con el poeta),  que se instaló en París, después de la Segunda Guerra Mundial. Viajero y lector impenitente, fue acumulando libros en ingles en el cuarto de hotel donde residía, hasta que decidió abrir en la calle Bucherie una librería con el nombre de Le Mistral, en honor a Gabriela Mistral, cuyo país había conocido, y admiraba su poesía. De sus viajes por el mundo y de su afición a la cultura bohemia, adquirió la costumbre de ofrecer posada a los jóvenes escritores y poetas, a cambio de la limpieza, organización y venta de los libros.

 George Whitman, estuvo viviendo en la parte superior la librería hasta 2011, fecha en la  que murió a los 98 años de edad, siempre fiel al sistema y al círculo de escritores y amigos,  que el mismo fundó. Se cuenta que su librería, fue visita obligada para la generación beat, Jack Keruac o Allen Ginberg, y todo tipo de personajes del mundo del arte y la cultura, allí compartieron momentos de lectura y conversatorio. Henry Miller, Anais Nin, Samuel Beckett fueron también asiduos visitantes. Sus paredes aun conservan las cientos y cientos de papeletas que dejaban los turistas, con pensamientos o declaraciones de amor y dolor.




 Según los biógrafos de la librería Shakespeare and Company , el nombre original proviene de la editora norteamericana Sylvia Beach, que desde los años 20 regentaba una librería con ese nombre en la calle Odeón, y fue la primera en vender libros escritos en inglés y organizar tertulias literarias. También fue la primera en editar el Ulises de Joyce, al que apostó y por el que sentía una gran admiración. Dedico su dinero y todas sus energías en promocionar al escritor irlandés, al que aconsejaba sobre como enfocar su carrera en el difícil mundo editorial de esos años, el París de entre guerras. Joyce la seducía con la palabra, leyéndole sus poemas con voz grave y dramatizando su significado con un acento irlandés,  que encantaba a Sylvia. La librería. fue desde los años 20 a los 40 tierra de nadie, y también la tierra de todo aquel escritor que acudía a sus tertulias, buscando opiniones amigas, y mitigar un poco con la amistad ese sentimiento de extraterrado con el que convivían. Por sus estrechas habitaciones pasaron, Joyce, Hemingway, Lawrence, al que Sylvia , no quiso publicar “El amante de Lady Chatterley”, Pound, Eliot, Gertrude Stein, Andre Gide .




 En sus tertulias, se conocían los escritores y aficionados a las letras y a cualquier arte en general, era legendario su buen hacer de anfitriona, el empeño y dedicación que ponía en este mundo, el de las palabras, al que había consagrado toda su vida. Pero la librería, también se vio afectada por los duros años de la guerra y el crack financiero, que estuvo a punto de dejarla en la bancarrota. Uno de sus parroquianos más fieles, André Gidé, creó el Círculo de Amigos de la Librería, y puso una cuota de 200 francos anuales, para poder asistir a los recitales y lecturas de los grandes autores que por allí pasaban. Esto le dio un valor añadido en el ambiente intelectual de la época. A pesar de todos los esfuerzos la librería tuvo que cerrar en 1941, los libros fueron recogidos en la vivienda de Sylvia esperando mejores tiempos.





 Años más tarde, Sylvia Beach que conocía la existencia de la librería “Le mistral” de su compatriota Whitman, en la calle Boucherie, decidió pasarle los derechos del nombre Shakespeare & Company. Los dos habían compartido por años, el mismo espíritu libertario, apoyando a los jóvenes escritores, y habían dedicado su vida entera, a la divulgación de la literatura de habla inglesa en una tierra extraña, lejos de su continente.



 Actualmente, la librería de la calle Boucherie, goza de buena salud, manteniendo el mismo espíritu de sus creadores. En sus paredes abarrotadas de estanterías, puedes encontrar cualquier cosa publicada en ingles, desde sesudos tratados, cuentos infantiles, novela, ensayo, etc. Ediciones antiguas difíciles de encontrar o libros recién horneados de la editorial. Los jóvenes escritores, o amantes de las letras, siguen encontrando un lugar donde hospedarse, a cambio de unas horas de trabajo en la librería. Dicen sus biógrafos, que más de 40.000 jóvenes durmieron ahí, arropados por ensayos y poemas, historias y leyendas, en este santuario de las letras inglesas en pleno corazón de París.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...